Y después de tanto, yo sigo acá parado, mi palabra es lo que vale mas que nada. El silencio, perfecto. Tus ojos, hermosos. La noche, mi refugio. Y después de todo, lo bueno, lo malo, me mantengo firme, de pie. Lo sé, a todos nos cuesta seguir después de que se derrumba nuestro mundo, después de ver la realidad, de abrir los ojos. Pero a esos que siempre están, que estiran su mano y te levantan del suelo.
Gracias a ellos, me levanto y la remo...